Juana de Ibarbourou (Fernández Morales, de soltera), también conocida como Juana de América (Melo, 8 de marzo de 1892-Montevideo, 15 de julio de 1979),
Su verdadero nombre era Juana Fernández Morales, pero a los 20 años se casó con el capitán Lucas Ibarbourou, y a partir de entonces llevó el apellido de su marido.
El 10 de agosto de 1929 recibió, en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, el título de «Juana de América» de la mano de Juan Zorrilla de San Martín frente a una multitud de poetas y personalidades.
Fue enterrada con honores de ministro de Estado en el panteón de su familia del Cementerio del Buceo.
Sobre su niñez en Melo y sus vivencias ella escribió:
Juana de Ibarbourou (Fernández Morales, de soltera), también conocida como Juana de América (Melo, 8 de marzo de 1892-Montevideo, 15 de julio de 1979),
Su verdadero nombre era Juana Fernández Morales, pero a los 20 años se casó con el capitán Lucas Ibarbourou, y a partir de entonces llevó el apellido de su marido.
El 10 de agosto de 1929 recibió, en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, el título de «Juana de América» de la mano de Juan Zorrilla de San Martín frente a una multitud de poetas y personalidades.
Fue enterrada con honores de ministro de Estado en el panteón de su familia del Cementerio del Buceo.
Sobre su niñez en Melo y sus vivencias ella escribió:
En 1929 recibió el título de «Juana de América». Juana describió ese momento así:
(…) Un grupo de jóvenes poetas organizó en el salón de los pasos perdidos (Palacio Legislativo) una fiesta inolvidable. La presidía Don Juan Zorrilla de San Martín. Estuvieron presentes grandes poetas.
… Llegó el momento de la entrega del anillo, el Dr. Zorrilla de San Martín fue el designado para la entrega; sus palabras fueron breves y emotivas:” muy hermosas que me quedaron grabadas en el corazón”: “este anillo, señora, significa sus desposorios con américa”.
…Pero no fue solo su obra literaria la causa de su fama. Juana de Ibarbourou, su poesía sumada a una belleza cautivadora fue deseada por muchos hombres. En la época era objeto de envidias y todos pensaban que, con su belleza, la fortuna de su esposo, su fama como escritora y una familia constituida, la felicidad de la poetisa estaba garantizada. Cualquiera podía pensar que había llegado a su plenitud y conocido la felicidad. Pero, sin embargo, su vida resultó ser un calvario, luego se supo que fue víctima de la violencia de su marido y de su hijo Julio César. Más allá de su problemática vida es recordada como una poeta inteligente, inspiradora y que fue capaz de transgredir los estereotipos de una época donde la mujer era vista y concebida como “dadora de placer”.
Juana de Ibarbourou tuvo un puesto destacado en la academia nacional de letras, presidió la sociedad uruguaya de escritores y obtuvo el gran premio nacional de literatura. Sus obras trascendieron fronteras. En 1950 se publicaron sus obras completas en Madrid, incluyendo dos libros hasta el momento inéditos: dualismo y mensaje del escriba. Fue premiada en el instituto de cultura hispánica de Madrid.
En las bibliotecas de las universidades de Stanford y Harvard se encuentran sus obras y hasta el día de hoy están incluidas en los planes de estudio.
El día de su muerte se declaró duelo nacional y su velatorio tuvo lugar en el salón de los pasos perdidos del palacio legislativo.